El día se presentaba duro primero por las altas temperaturas veraniegas y luego por las dos subidas que nos tenía reservada la ruta, donde el plato pequeño iba a ser el gran protagonista.
Desde nuestro habitual punto de encuentro en Santa Coloma nos pusimos en marcha, sin prisa pero tampoco sin pausa. El tema del día, como no, era el triunfo de la selección y nuestras habituales bromas a Manolo, pero pronto nos quedamos sin habla ya que la primera subida la teníamos cerca, Can Ruti. Cortita pero calentona ya que las rampas, en su primer tramo, eran bastante duras. Luego vino la parte técnica en subida, hasta llegar a los Castanyers, donde cruzamos la carretera dirección a los Siete Pinos, para subir por el zig zag de las viñas.
El calor ya era insoportable por lo que decidimos almorzar en la Font de la Teula en Can Torrent Vell.
Desde nuestro habitual punto de encuentro en Santa Coloma nos pusimos en marcha, sin prisa pero tampoco sin pausa. El tema del día, como no, era el triunfo de la selección y nuestras habituales bromas a Manolo, pero pronto nos quedamos sin habla ya que la primera subida la teníamos cerca, Can Ruti. Cortita pero calentona ya que las rampas, en su primer tramo, eran bastante duras. Luego vino la parte técnica en subida, hasta llegar a los Castanyers, donde cruzamos la carretera dirección a los Siete Pinos, para subir por el zig zag de las viñas.
El calor ya era insoportable por lo que decidimos almorzar en la Font de la Teula en Can Torrent Vell.
Aunque el camino no era muy fácil ya que encontramos algunos obstáculos por el camino.
Después del almuerzo nos quedaba la última escalada al vigía donde había que tomárselo con calma ya que habían fuertes rampas llenas de arena por la sequedad del terreno. Aquí os dejo unas pequeñas perlas después de la subida.
La vuelta a casa fue casi todo bajada primero por el vigía hasta el mirador de la Vallenasa, y luego hasta Santa Coloma por Sant Onofre.
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