martes, 17 de agosto de 2010

Camino de Santiago 2010

Durante este año Xacobeo, como no podía ser menos, una representación del Club hemos recorrido como peregrinos el Camino de Santiago.




Con sus momentos, su gente y sus paisajes, poco a poco, y a pesar de su dureza, el Camino te “atrapa”. Y es en estos momentos, echando la vista a atrás, reflexionando, cuando comprendo su verdadero significado, ya que mientras lo recorría bastante tenía con dar pedaladas y no desfallecer en el intento.

El “Camino es como la vida misma, tiene sus momentos malos y sus momentos de risas”, y fue esta gran reflexión de nuestro amigo Antonio la que me dio ánimos para continuar. Realmente, como ocurre en la propia vida, para realizar el Camino es necesario estar preparado físicamente, pero sobre todo mentalmente.



Comenzamos nuestra andadura en Sant Jean Pied de Port (Francia) con una idea en la mente, llegar este año a León y continuar el siguiente hasta Santiago de Compostela y, porque no, Finisterre: el Fin del Mundo.


Han sido 7 días magníficos. Los dos primeros muy duros, parecía que el frío y la lluvia no querían darnos tregua, los siguientes más llevaderos a pesar del gran calor pasado. Aunque para combatir el calor, Gabriel nos descubrió su receta mágica: “cerveza de esa a la que se le caen los lagrimones”. ¡Que grandes filósofos hay en el Club!





Y parece que esa receta es verdaderamente efectiva porque al llegar a León, Gabriel se encontraba en tal momento de esplendor que decidió continuar hasta Santiago de Compostela en solitario. ¡Eres un jabato! Y la verdad es que después de haber descansado y “curado mis heridas”, siento un poco de pena de no haber acabado el Camino con él.

¡Ya estoy deseando que llegue el próximo intento para finalizarlo! ¿Os apuntáis conmigo?